lunes, 4 de junio de 2007

Moda y discapacidad


El pasado 31 de mayo se celebró en Madrid la I JORNADA SOBRE MODA Y NECESIDADES ESPECIALES, organizada por ADIMECO (Asociación Nacional de Discapacidad y Medios de Comunicación) y el CEAPAT (Centro Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas) bajo la dirección de Jose Luis Fernández Iglesias, el autor de la Guía de estilo sobre discapacidad de la que hablé aquí hace unos días.
Quizá alguno de vosotros pudo ver la pequeña reseña que se hizo en algún telediario del evento; yo me enteré demasiado tarde y lo cierto es que está siendo complicado encontrar imágenes del desfile o alguna noticia al respecto, pero me ha parecido una iniciativa más que interesante.
Dejo aquí este párrafo que escribe la organización: “La moda no llega a muchas personas por motivos de obesidad, de baja estatura o porque necesitan muletas o sillas de ruedas en su vida cotidiana. De igual forma, los problemas de acceso a muchas tiendas, la ausencia de tallas adecuadas, los problemas para personalizar las prendas a las características físicas de los clientes, la falta de adaptación y de comodidad de uso de las prendas según la condición física del usuario o la imposibilidad en muchas ocasiones de utilizar los probadores son problemas cotidianos de muchas personas con necesidades especiales” .
Yo que como muchos he padecido desde pequeña la dictadura de la moda, no fui consciente hasta nacer Ainhoa de lo que realmente supone para mucha gente vestir de forma digna y adecuada a sus necesidades.
Me atrevería incluso a decir que seguramente hay gente que nunca se ha planteado que una persona discapacitada tiene las mismas ganas que cualquiera de verse atractiva. Lo decía Josep María Alaña en la entrevista que le hizo Sandra Camps: “tenemos derecho a estar guapos, a agradar y a seducir” es completamente cierto.
Encontrarnos a gusto con nuestra propia imagen es en muchos casos un paso imprescindible para conseguir la autoestima y ésta la base para enfrentarnos al mundo y encontrar el reconocimiento de los demás. Para una persona con discapacidad puede suponer la diferencia entre sentirse uno más o un “bicho raro”, y no es poco.
Me parece pues que la idea puede suponer un paso más dentro del camino a la normalización de la vida de mucha gente y por eso espero que tenga continuidad, al menos hasta el momento (¿cuándo llegará?) en que realmente no sea necesario.
De cualquier forma, a pesar de que participaban firmas conocidas como Agata Ruiz de la Prada, Amaya Arzuaga..(por cierto, me ha gustado saber que una de las empresas colaboradoras tiene su sede en Zaragoza se llaman Maxvida y han centrado su actividad en la ropa para gente con necesidades especiales) no veo en los medios la repercusión que el tema merece.
En fin. Enhorabuena por esta iniciativa a todos los que han colaborado en ella y esperemos que para próximas ediciones alguien considere que es importante hacerse más eco de ella.

1 comentario:

entrenomadas dijo...

Supongo que llegará cuando al mercado le resulte rentable. Tremendo pero así suele ser. De todas formas se debería hacer algo en este sentido. No sé, tal vez presionar de alguna forma para normalizar todo esto.
kisses de medianoche.