sábado, 9 de junio de 2007

La mudanza


"Hemos reunido nuestros bártulos, Troylo, y nos hemos ido con la música a otra parte. Se detuvo en la puerta el camión de mudanzas. Por grande que fuese, quién iba a imaginar que en él cabría la inmensidad de los recuerdos"

Cuando José Manuel Roy me hizo llegar esta foto pensé enseguida en el relato de Antonio Gala. Se titula "La Mudanza" y está dentro del libro Charlas con Troylo en el que se recopilan una serie de artículos que el escritor publicó en el diario El País y en los que repasaba su idea y visión de España utilizando a su perro como interlocutor.

Gala es otro de mis referentes de adolescencia y este libro, en concreto este artículo, fue la puerta para llegar a él.

En aquel tiempo yo también llenaba cajas con mi vida para abandonar el mar y dejarlas en un lugar desconocido. La decisión no había sido mía, así que me resistía a aceptarla.

"Se aproximan, con pasos de paloma, el tiempo en que era niño, los tibios días del primer amor...manejo pruebas de papel, de seda, de madera, de mármol: testimonios del que yo fui. Mi mundo entero cabe en el camión de esta mudanza"

Hay mucha gente que no conoce, ni conocerá, esa sensación. Nos creemos anclados a los lugares y a las cosas, Nos aferramos a ellas con uñas y dientes, y de pronto viene algo, arranca las raíces y nos pone en marcha.

"¿Que muda la mudanza? Escribió Horacio que las penas se montan a la grupa y galopan a la vez que nosotros. Es cierto. Tú y yo también hemos venido entre tantos enseres; íntegros nos trajimos aquí, trajimos la añoranza y el deseo y la capacidad de amor intacta."

Claro que sí. Nos adaptamos a lo nuevo; creamos otra vez nuestra casa o le damos forma en otro sitio. Y no pasa nada.

4 comentarios:

Fernando dijo...

Seremos corazón,

prendido anhelo en el deseo y en la dicha,

aquí tejiendo las raices y los días,

o allí, lejos, pero siempre juntos.


besos

Anónimo dijo...

Que bien me suena esto Fernando.... gracias.

Javier López Clemente dijo...

Hola Lamima

He leído por ahí, tu ya sabes, que esperas los comentarios en tu blog, más o menos, como agua de mayo.
Siempre te leo aunque no siempre comento.

Salu2 Córneos.

Anónimo dijo...

Es mi primera incursión en un blog. No nos conocemos, pero seguro que vamos a coincidir en el futuro
Lo primero que le dije a mi marido cuando supe que venía un niño con acondroplasia fue: nos tenemos que cambiar de casa, y al día siguiente pensé: me tengo que comprar una máquina de coser. Y en esta nueva etapa que comienza, lo que termina son los cuatro pisos sin ascensor y los bajos cogidos con pegamento. Todo tiene ventajas.